El candidato demócrata socialista Zohran Mamdani arrancó este lunes muy pronto, antes de la salida del sol, la última jornada de la fulgurante campaña electoral con la que quiere convertirse en el primer alcalde musulmán de Nueva York y, a sus 34 años, también en el más joven del último siglo. Horas después, un invitado no tan inesperado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, irrumpió en la recta final con su apoyo al principal rival de Mamdani, el exgobernador demócrata Andrew Cuomo, segundo en las encuestas.
Junto a decenas de sus simpatizantes, sindicalistas, trabajadores y cargos electos de la ciudad, Mamdani echó a andar de madrugada desde Brooklyn hasta el Ayuntamiento a través del puente de Brooklyn. En otro de los golpes de efecto de un político que ha sabido movilizar a los votantes con su estilo, mezcla el carisma en el cara a cara y dominio de las redes sociales, el grupo marchó tras un cartel que decía “Llegó nuestra hora”, y entre gritos de “Impuestos a los ricos”.
Una vez en Manhattan, Mamdani dio un discurso de unos siete minutos en el que repitió los puntos esenciales de su propuesta, entre los que destacan tres: la congelación durante cuatro años de los alquileres en los pisos que tienen la renta controlada, guarderías gratis para niños hasta cinco años, y autobuses urbanos sin costo para sus usuarios.
Con ese programa, Mamdani venció con holgura en las primarias de junio pasado, y encara con ventaja todas las encuestas previas a la votación de este martes, en la que los colegios electorales cerrarán a las 21:00, hora local, tras más de una semana durante la que se han batido los récords de voto por adelantado. Las casas de predicción le dan una probabilidad de victoria cercana al 100%, pero no cabe descartar una sorpresa final.
Uno de los grandes debates de las últimas horas es de cuánto será esa ventaja que le atribuyen. Hay sondeos que le dan una diferencia de dos dígitos sobre su principal rival, un político italoestadounidense, hijo de otro gobernador, Mario Cuomo, que representa la vieja guardia y que pasó décadas en posiciones de poder hasta que dimitió en 2021 tras un escándalo de abusos sexuales.
El tercero en discordia
Los medios de la derecha, especialmente The New York Post, ariete del imperio conservador de Rupert Murdoch en la ciudad, que lleva meses en modo ataque contra Mamdani, se han agarrado en las últimas horas a sondeos en los que Cuomo acorta su distancia frente al favorito, en detrimento también del tercero en discordia, el candidato conservador Curtis Sliwa, que no cuenta con el apoyo del Partido Republicano. Sliwa se ha negado a hacerse a un lado como muchos le pedían para, con su renuncia, evitar la subida al poder de un político que se declara socialista, pero que el trumpismo llama comunista para tratar de espantar a los votantes.
Este lunes, Cuomo hizo un tour por los cinco distritos de la ciudad para arañar todos los votos posibles. También recibió el apoyo tal vez envenenado de Trump. El día anterior, este lo había insinuado en una entrevista con la CBS. Pasadas las 17:00 de un día en el que su cuenta de Truth Social, red de social de su propiedad, echó chispas con toda clase de mensajes un tanto incomprensibles de reconocimiento del trabajo de congresistas de su partido, Trump escribió: “Un voto por Sliwa es un voto por Mamdani (¡Está mucho mejor sin su boina!)“, dijo sobre el atributo estético distintivo del candidato conservador. ”Tanto si te gusta personalmente como si no, no queda otra opción. Él [Cuomo] es capaz. ¡Mamdani, no!“.
El respaldo a Cuomo de Trump, neoyorquino de cuna, en una ciudad en la que es bastante impopular, llegó al final de un mensaje en el que el presidente repitió sus constantes ataques al aspirante socialista, al que llamó “comunista”, pese a que este lo niega, y pese a que de momento no ha dado muestras de que lo sea, y amenazó con dejar los fondos federales que Washington da a Nueva York en lo “mínimo indispensable”.
“Con un comunista al mando, la situación solo puede empeorar, y como presidente, no quiero seguir malgastando dinero. Es mi obligación gobernar la nación, y estoy firmemente convencido de que la ciudad de Nueva York será un completo desastre económico y social si Mamdani gana. Sus principios han sido puestos a prueba durante más de mil años, y jamás han tenido éxito. Prefiero mil veces que gane un demócrata con un historial de éxitos, que un comunista sin experiencia y con un historial de fracaso absoluto”, argumentó.
El apoyo de Trump no pareció sentar bien a Cuomo, que, antes de que el republicano publicara su post, le colgó el teléfono en directo a un locutor de un popular programa de radio que le hizo una pregunta al respecto. La campaña de Mamdani estuvo todo el día sacándole punta a ese respaldo.
Las presiones sobre los neoyorquinos no cesaron por lo demás durante toda la jornada desde el flanco trumpista. En un mensaje en su red social, X, Elon Musk dijo a sus casi 230 millones de seguidores que recordaran “que un voto por Curtis [Sliwa] es realmente un voto por Mumdini o como quiera que se llame”. “¡VOTAD A CUOMO!“.
En cuanto al gobernador de Texas, Gregg Abbott, amenazó con ”imponer un arancel del 100% a cualquiera que venga desde Nueva York una vez cierren los colegios electorales”.
Todo indica que la amenaza de Abbott, que nadie tuvo claro cómo piensa poner en práctica, es a todas luces ilegal. Pero podría tener sus consecuencias si acierta un sondeo publicado por Daily Mail y llevado a cabo por una encuestadora llamada J. L. Partners, según el cual, casi un 9% de la población de Nueva York abandonará la ciudad si Mamdani gana.
El respaldo de Musk sirvió por su parte para dar argumentos de los simpatizantes de la campaña de Mamdani, que cuenta con unos 100.000 voluntarios. Muchos de los votantes del candidato socialista lo han escogido a él en lugar de al exgobernador porque consideran que este está al servicio de los poderes económicos que entraron en pánico cuando Mamdani ganó las primarias. Musk es el hombre más económicamente poderoso del mundo.
