
Al menos 37 personas han muerto y 16 están hospitalizadas a consecuencia del excepcional temporal de lluvias que anegó en la noche del domingo amplias zonas de la ciudad costera marroquí de Safi, a 300 kilómetros al sur de Rabat. El balance de víctimas difundido por las autoridades en la mañana de este lunes es el más elevado de la última década en el país magrebí, que sufre una prolongada sequía desde 2018.
En apenas una hora, la tormenta descargó intensas precipitaciones en Safi que provocaron riadas de agua y barro. Decenas de viviendas y comercios de la medina histórica han quedado arrasados, y numerosos vehículos y contenedores de basura han sido arrastrados por calles convertidas en torrentes.
Los trabajos de búsqueda de víctimas y evacuación de damnificados prosiguen con ayuda de embarcaciones de los equipos de rescate, que intentan “aportar la ayuda necesaria a la población afectada por esta situación excepcional”, según un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias MAP. Los heridos han sido trasladados al Hospital Mohamed V, donde al menos dos de los ingresados se encuentran en la unidad de cuidados intensivos. Los centros educativos han suspendido sus actividades, mientras varios ejes de comunicación permanecen cortados a causa de las inundaciones.
Las lluvias se han sucedido en otoño en Marruecos con inusual intensidad en medio de temperaturas más bajas de lo normal y en un ambiente muy húmedo en las zonas costeras. Esta situación ha aumentado el riesgo de precipitaciones tormentosas en un marco de cambio climático, de acuerdo con informes meteorológicos citados por la prensa local.
Las autoridades han llamado a la población a extremar la vigilancia y evitar las zonas inundables. “Es imperativo adoptar la máxima prudencia ante las fuertes precipitaciones que registra el país para preservar vidas humanas y bienes”, precisa un comunicado oficial. La Dirección General de Meteorología ha emitido alertas de temporal de lluvias que afectan hasta el miércoles a varias provincias marroquíes.
Hace un año, 18 personas murieron en las inundaciones causadas por las tormentas en el árido sur de Marruecos, lo que fue considerado como un fenómeno climático excepcional. Entre las víctimas figuraba una turista española, que viajaba en una excursión junto a otros seis extranjeros en dos vehículos todoterreno que se vieron arrastrados por la corriente de un río en la región de Uazarzat, al sur de la cordillera del Atlas.
La Gendarmería marroquí rescató el domingo a dos turistas españoles cuyo vehículo había sido arrastrado por la crecida en el sureste del país, según informa el portal digital Hespress. El rescate se produjo cerca de Sidi Alí, en la región de Merzuga, próxima a la frontera argelina, frecuentemente visitada por los viajeros en busca del atractivo de sus dunas de arena en un confín del desierto del Sáhara.
