La autoridad aérea estadounidense (FAA, en sus siglas en inglés) ha ordenado desde la madrugada del viernes la cancelación de 851 vuelos en los 40 principales aeropuertos de Estados Unidos. Además, 1.686 se han retrasado, con lo que el número total de afectados supera los 2.500. Las restricciones del tráfico de aviones anunciadas a principios de esta semana tratan de hacer frente a la saturación del sistema aéreo del país provocado por el cierre del Gobierno, que alcanza ya 38 días. El motivo de este bloqueo, que es ya el más largo en la historia de Estados Unidos, es la incapacidad de republicanos y demócratas de ponerse de acuerdo para prorrogar el presupuesto.
La compañía de análisis de aviación FlightAware calcula que este viernes se han cancelado 851 vuelos de los cerca de 25.000 programados este viernes en Estados Unidos. Un viernes habitual se cancelan unos 200 vuelos en el país. Cuando hay condiciones climatológicas adversas, las anulaciones se multiplican. En total, más de 100.000 viajeros se han visto afectados. Los principales aeropuertos afectados son los de Chicago, Atlanta, Dallas y Denver, según la estadística recopilada por FlightAware.
El bloqueo administrativo tiene cerradas o con baja actividad a decenas de agencias federales por falta de fondos. Los casi 13.000 controladores aéreos y los miles de trabajadores de seguridad de los aeropuertos llevan sin cobrar su salario desde el 1 de octubre por esta situación. Muchos han decidido cogerse bajas para buscar otra fuente de ingresos con la que poder pagar la hipoteca, el préstamo del coche, el colegio de sus hijos o, simplemente, para poder llevar comida a casa, según reconoció hace unos días el secretario de Transportes, Sean Duffy.
Las restricciones provocadas por el cierre federal no afectan solo a los aeropuertos. Unos 42 millones de personas que dependen de las ayudas públicas para conseguir alimentos se están viendo afectados por el recorte de fondos públicos.
La restricción del tráfico aéreo eleva la presión sobre los republicanos y demócratas para que pongan fin al cierre del Gobierno. Los líderes de los principales partidos tratan de negociar este viernes en el Capitolio, pero las posturas siguen distantes. Los republicanos empiezan a estar desesperados, pero siguen rechazando desviar más fondos para financiar los seguros sanitarios, como piden los demócratas.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presiona a su partido para que pongan fin al cierre del Gobierno. Las encuestas muestran un desgaste del inquilino de la Casa Blanca. Los ciudadanos le culpan por la falta de acuerdo y los recortes de fondos en decenas de agencias estatales. Decenas de miles de funcionarios llevan más de un mes sin cobrar su sueldo.
El revés electoral que sufrió el pasado martes también juega en su contra. El socialista Zohran Mamdani logró la alcaldía de Nueva York. Su partido también ganó las carreras para gobernar Virginia y Nueva Jersey. La victoria ha dado alas a los demócratas para mantener su postura en el Senado.
Las compañías aéreas han intentado anticiparse al cancelar ya el jueves muchos vuelos. La situación en los aeropuertos afectados no dista mucho de la de un día normal. Aunque hay algunos viajeros indignados porque se acaban de enterar de la cancelación de sus vuelos. Las aerolíneas han asegurado que la mayoría de sus clientes no se verán afectados. Aquellos que quieran cambiar el vuelo o cancelarlo tendrán derecho al reembolso completo de su billete. Los vuelos internacionales no están afectados.
Las mayores aerolíneas del país, American Airlines, United Airlines y Delta, son las más afectadas por las cancelaciones, con 221, 184 y 173 vuelos anulados respectivamente, según la plataforma de análisis de datos de tráfico aéreo Cirium. SkyWest, la mayor aerolínea regional de Estados Unidos, ha sufrido 172 cancelaciones, el 6% del total de sus vuelos, según el canal CNN.
Las cancelaciones de aviones han comenzado este viernes a partir de las seis de la mañana, hora de la costa este, y se prolongarán hasta media noche. Las autoridades han explicado que este viernes se verán afectados un 4% del total de vuelos programados. A lo largo de la próxima semana las cancelaciones irán aumentando de forma gradual hasta alcanzar el 10% la próxima semana.
“Esta decisión no es una cuestión política, sino una decisión para evaluar los datos y mitigar el riesgo que supone para el sistema el hecho de que los controladores sigan trabajando sin cobrar”, aseguró el responsable estadounidense de Transportes este jueves.
Duffy justificó las restricciones en el tráfico aéreo con la necesidad de garantizar la seguridad. “Tenemos que tomar medidas sin precedentes porque nos encontramos en una situación sin precedentes con el cierre del Gobierno”. Duffy garantizó que actualmente no existe ningún riesgo para la seguridad aérea, pero justificó las limitaciones de vuelos para asegurar que el tráfico aéreo no se vea comprometido.
Negociaciones en el Senado
Trump ha pedido a los suyos que eliminen la norma del Senado que permite dilatar las tramitaciones de las leyes hasta que no se obtenga un mínimo de 60 votos. Aunque los republicanos tienen la mayoría en la cámara con 54 escaños, no es suficiente para aprobar la ley de prórroga y necesitan apoyo de los demócratas.
“Republicanos, acaben con la obstrucción parlamentaria y recuperen el sueño americano. Si no lo hacen, los demócratas lo harán, ¡y jamás volverán a ocupar un cargo público!“, ha escrito este viernes Donald Trump en su red social Truth.
Algunos líderes republicanos en la cámara son reticentes a la idea de Trump de acabar con el filibusterismo parlamentario, como se conoce la norma de los 60 votos, porque creen que cuando los demócratas tengan mayoría podrán aprobar todas las normas que quieran sin control. Miran a las elecciones de mitad de mandato, que se celebrarán el próximo año, y en las que se renueva una parte del Senado. Entonces los republicanos podrían perder la mayoría y Trump ver recortado su poder.
