El primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, ha presentado su dimisión este lunes al presidente del país, Emmanuel Macron. La renuncia llega solo algunas horas después de haber desvelado los nombres que compondrían su Gobierno. Es el jefe del Ejecutivo más breve de la historia de Francia, al no haber podido siquiera terminar de entregar la lista de sus componentes. Lecornu ha renunciado a tenor de la oposición política que ha generado su decisión de incluir en su nuevo equipo a viejos miembros de otros gobiernos de la era Macron, como el ex ministro de Economía Bruno Le Maire.
Lecornu ha encontrado desde el primer minuto el rechazo de las filas de la oposición, pero también de sus hipotéticos socios, como el partido de Los Republicanos. Esta circunstancia, sumada a la confirmación de los socialistas de que censurarían su Ejecutivo, ha empujado al brevísimo primer ministro a presentar su renuncia. Macron la ha aceptado.
Lecornu tomó posesión del cargo el pasado 10 de septiembre, tras caer su predecesor, François Bayrou, al perder una moción de confianza en la Asamblea por sus polémicos recortes presupuestarios. Al asumir el cargo, prometió una “ruptura” con el pasado. La decisión sume a Francia de nuevo en una crisis sin precedentes en la que no quedan muchas más salidas que una nueva disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas.
La situación actual es fruto de la última vez que Macron tomó esta decisión de forma precipitada y sin apenas consultar con sus asesores. Los comicios, celebrados en junio de 2024, arrojaron un resultado de fragmentación parlamentaria inédito del que el país y la clase política no ha sido capaz de salir durante un año, en el que ha habido ya tres primeros ministros distintos.
Lecornu dará explicaciones durante la mañana desde el Palacio de Matignon, en París, sobre una secuencia extraña e inquietante para Francia. Sorprende enormemente la falta de previsión y acuerdo con los partidos después de un mes para diseñar la formación del nuevo Ejecutivo. Nadie se explica una decisión que, si bien precipita una muerte casi anunciada de su ejecutivo, se ha tomado incluso antes de anunciar la otra mitad de ministros que compondrían el Gobierno de Lecornu.
Un equipo sin novedades
De los 18 ministros anunciados este domingo por el jefe de gobierno dimisionario, 13 repetían. Permanecían los pesos pesados del antiguo Ejecutivo: Bruno Retailleau, presidente de Los Republicanos, al frente de Interior, y Gerald Darmanin, en Justicia. También seguía Rachida Dati en Cultura, Elisabeth Borne, en Educación o Jean-Noël Barrot, al frente de Exteriores. Todos miembros del Ejecutivo de Bayrou. Todos del centro-derecha.
Uno de los pocos cambios estaba en la cartera de Economía y Finanzas, uno de los ministerios sensibles. El elegido era Roland Lescure, exministro de Industria y que fue también vicepresidente en la Asamblea Nacional. Considerado del ala izquierda dentro del macronismo, estaba llamado a ser el tercer titular de finanzas que tiene el país en un año.
La presión sobre Macron, responsable a ojos de la opinión pública de la situación de bloqueo político, se intensificará en las próximas horas. Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa (LFI), ha vuelto a pedir su destitución. Una medida inédita en la historia de la V República, que precipitaría una convocatoria electoral en clave presidencial. El entorno de Macron y el propio jefe del Estado siempre han descartado esa posibilidad y emplazan a los franceses a las elecciones previstas para la primavera de 2027.
El problema, sin embargo, es que ni siquiera una disolución parlamentaria y elecciones legislativas (las que configuran la Asamblea Nacional) pueden ahora mismo garantizar un escenario de estabilidad en Francia.
La idea de la dimisión ya no solo proviene de la ultraderecha y de la Francia Insumisa. El alcalde de Cannes, David Lisnard, de Los Republicanos, ha subrayado este lunes que es la única vía de salida. “Los intereses de Francia dictan que Emmanuel Macron programe su dimisión para preservar las instituciones y desbloquear una situación inevitable desde la absurda disolución. Él es el principal responsable de esta situación”, señaló.
Pocos minutos después de anunciar Lecornu la dimisión, el presidente del ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN), Jordan Bardella, invitó a Macron a disolver la Asamblea y a convocar elecciones. “Muy probablemente habrá una vuelta a las urnas en los próximos meses, y el Reagrupamiento Nacional estará listo para asumir sus responsabilidades”, señaló dando a entender la presumible victoria de la ultraderecha, favorita en los sondeos.