Medio año después del apagón masivo del pasado abril, siguen las idas y venidas en torno a las causas de un suceso que destapó vulnerabilidades del sistema eléctrico y disparó las incertidumbres sobre los motivos, así como las suspicacias sobre si puede volver a repetirse. La presidenta de Redeia (antigua Red Eléctrica), Beatriz Corredor, ha defendido que el sistema eléctrico español “es el más seguro del mundo, el mejor del mundo”, pero ha advertido de que, más allá de Redeia, hay diversos actores con competencias en el suministro eléctrico. Corredor ha indicado que Redeia es “el cerebro y la columna vertebral” de un sistema eléctrico que se despliega en varias ramas. Asimismo, ha reclamado que la normativa garantice que todos los agentes del sector eléctrico “cumplan sus obligaciones”.
Corredor ha hecho estas manifestaciones este lunes en una intervención en el foro World In Progress, que organiza PRISA (el grupo editor de EL PAÍS) en Barcelona. Entrevistada por Marina Fernàndez Torné, periodista de la Cadena SER, Corredor ha reclamado que cada actor del mercado energético cumpla con su cometido para dar tranquilidad a los usuarios: “Una vez que esté garantizado que todos cumplen, estaremos todos mucho más tranquilos”. Y ha añadido que las decisiones para calcular la necesidad de energía “se toman teniendo en cuenta que todo el mundo cumple con sus obligaciones”.
La presidenta de Redeia ha explicado que en la actualidad hay un cambio de paradigma por las energías renovables, que ha mutado el sistema eléctrico desde su habitual estructura lineal a una nueva, con “infinidad de consumidores y productores” de energía.
Corredor ha incidido en la importancia de la colaboración institucional para incorporar aún más energía renovable al sistema. “Necesitamos contar con el consenso y con la complicidad de todas las administraciones públicas”, ha explicado, señalando, entre otros puntos, que la legislación europea debe favorecer las interconexiones entre países de la UE.
Por otro lado, ha lamentado el fracaso del Gobierno a la hora de convalidar en el Congreso el decreto antiapagones, que desarrollaba “herramientas para dotar al sistema de todos estos estímulos y medidas que requiere para ser más seguro, resiliente y eficiente”.