
Rusia ha vuelto a golpear Ucrania este sábado con un gran bombardeo nocturno. El ataque ha durado 10 horas y ha tenido a Kiev como principal objetivo. En la capital y en su región han muerto al menos dos personas y una treintena han resultado heridas. Los drones y los misiles rusos han traído de nuevo destrucción en todo el país, esta vez en vísperas del encuentro que se celebrará el domingo en Florida entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de Ucrania, Volodímir Zelenski,
“Esta es la respuesta rusa cuando Estados Unidos y el mundo hacen propuestas de paz”, ha escrito Zelenski en sus redes sociales. La estrategia del mandatario ucranio busca alejar a Trump de los intereses rusos en la mesa de negociaciones y convencerlo de que Vladímir Putin, el líder ruso, quiere proseguir con la guerra. “Los representantes rusos mantienen largas conversaciones [con Estados Unidos] pero en verdad los que hablan por ellos son los misiles Kinzhal y los drones Shahed. Putin y su equipo no quieren terminar la guerra”, ha dicho Zelenski.
Han sido precisamente los misiles balísticos Kinzhal, una de las armas más poderosas del arsenal ruso, los que han sorprendido a los habitantes de la capital pasada la medianoche. La alarma antiaérea ha sonado al mismo tiempo que llegaban a Kiev los cohetes. Poco después, la electricidad desaparecía en múltiples distritos de la ciudad.
Los bombardeos rusos buscan destruir la red eléctrica ucrania durante los meses de frío para desmoralizar a la población, según denuncia el Gobierno ucranio. Kiev sufre entre semana cortes de luz de siete horas diarias de media, aunque en noviembre la interrupción superaba las 14 horas diarias. La situación ha mejorado en diciembre por las obras aceleradas en todo el país para proteger las subestaciones eléctricas con cofres gigantes de hormigón.
Un tercio de Kiev también se ha quedado sin calefacción tras el ataque, con temperaturas en torno a los cero grados, según avanzó Andrii Sibiga, ministro ucranio de Exteriores. Sibiga señaló por la mañana que unos 320.000 hogares se han quedado sin luz en la región de Kiev. La primera ministra, Yuliia Sviridenko, elevó al mediodía a 600.000 el número de hogares en la provincia de Kiev que se habían quedado sin electricidad.
“La única respuesta de Rusia a los esfuerzos de paz es a base de brutales ataques con cientos de drones y misiles contra Kiev y otras ciudades y regiones”, ha denunciado Sibiga en la red social X.
Zelenski ha detallado que el invasor ha utilizado 500 drones bomba Shahed de largo alcance y 40 misiles en el ataque de esta noche. La táctica rusa ha seguido las mismas fases que en bombardeos anteriores: primera llega una primera tanda de misiles, luego aparecen en el espacio aéreo oleadas de drones para saturar a las defensas antiaéreas y finalmente se produce un nuevo golpe con misiles.
El bombardeo en las provincias occidentales de Ucrania ha obligado a cerrar dos aeropuertos en el sureste de Polonia. Rusia ha intensificado los ataques en las últimas semanas contra la red energética y sobre todo contra las rutas logísticas y puertos de la provincia de Odesa. Esta región es la principal salida ucrania al mar Negro y Moscú busca interrumpir las exportaciones del país invadido por vía marítima.
Putin deliberately ordered a massive bombing of residential areas and critical infrastructure of Kyiv just as leaders of Ukraine and the US are preparing to meet and advance peace.
Dozens of victims, power outages, and a third of the Ukrainian capital without heating amid… pic.twitter.com/sG82FwxlIq
— Andrii Sybiha 🇺🇦 (@andrii_sybiha) December 27, 2025
Viaje a Florida
El bombardeo ha terminado esta mañana cuando Zelenski ya había iniciado su viaje para encontrarse con Trump. El presidente ucranio debe viajar por tierra a Polonia (el espacio aéreo de Ucrania está cerrado) y de allí, despegar hacia Estados Unidos.
Zelenski mantendrá durante el sábado contactos con varios líderes europeos y con el primer ministro canadiense, Mark Carney, para preparar su cita con Trump en Palm Beach (Florida). Se trata de otro movimiento para coordinar posturas con los aliados europeos, involucrarlos en las conversaciones de alguna forma y asegurar su apoyo para una futura arquitectura de seguridad que blinde a Ucrania en el futuro tras un hipotético acuerdo de paz.
Zelenski avanzó el viernes que este domingo mantendrá una reunión con Trump en Mar-a-Lago, la residencia del magnate republicano en Florida. En esta cita deberán consensuar el borrador final de un plan de paz que lleva meses circulando entre Washington, Kiev y Moscú.
Diferencias con Trump
Las medidas de seguridad que obtendría Ucrania tras firmar un acuerdo con Rusia son uno de los puntos que Zelenski quiere solucionar en un diálogo directo con Trump, según explico el líder ucranio. Kiev condiciona cualquier decisión sobre el final de la guerra a que Estados Unidos y sus socios europeos le garanticen un nivel de protección de defensa similar al que tendría Ucrania si fuera miembro de la OTAN. “El interrogante es qué garantías de seguridad está dispuesto a darnos Trump”, ha explicado Zelenski este sábado, según la agencia estatal ucrania Ukrinform.
En la última redacción del plan de paz propuesta por Zelenski esta semana se reconocen otros dos escollos con la Casa Blanca. Trump quiere que las tropas ucranias se retiren del 25% de la provincia de Donetsk que todavía controlan. Esta zona se convertiría en una zona desmilitarizada. Kiev exige que el ejército ruso se retire en un territorio equivalente, algo que Washington no ve con buenos ojos porque dificulta el consenso con Moscú.
El otro punto en el que hay diferencias que Zelenski y Trump afrontarán es la gestión de la central nuclear de Zaporiyia. La mayor planta atómica de Europa está ocupada por Rusia desde el primer año de la invasión, en 2022. La Casa Blanca propone que empresas estadounidenses gestionen la central en coordinación con Moscú y Kiev. Zelenski propone a Trump quitar a Rusia de la ecuación y Putin exige lo mismo, que Ucrania no esté presente en la central Zaporiyia.
El presidente estadounidense remarcó el sábado que nada está garantizado y que todo está pendiente de su visto bueno. Zelenski “no tiene nada hasta que lo apruebe yo”, dijo Trump a Politico el viernes. “Veremos lo que tiene”, añadió el republicano, que aseguró que hablaría también “pronto” con Putin.
Posición rusa
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov describió los últimos planes de Kiev como “radicalmente diferentes” de los puntos clave que Moscú ha discutido con Estados Unidos en las últimas semanas. Ucrania y sus aliados europeos han “redoblado sus esfuerzos para torpedear” cualquier acuerdo para poner fin a un conflicto, ha asegurado Riabkov en una entrevista con uno de los canales de la televisión estatal rusa.
Zelenski considera que un hipotético acuerdo con Rusia tiene que ser ratificado por los ucranios en referéndum. Para ello, considera que sería necesario que Moscú aceptara un alto el fuego de como mínimo dos meses. Varios asesores de Putin han indicado en los últimos días que este periodo de tiempo es excesivo.
Zelenski ha revelado este sábado, según el diario Ukrainska Pravda, que las autoridades rusas están contemplando cómo permitir que los millones de ucranios que residen en Rusia y en los territorios ocupados participen en el referéndum. El líder ucranio considera que esto solo sería posible si lo monitorizan observadores internacionales.
