
Rob Jetten, el líder progresista de D66 (Demócratas 66), que ganó el pasado miércoles a los 38 años las elecciones en Países Bajos, afronta a partir de este martes una complicada formación de Gobierno. Como vencedor por sorpresa de los comicios —sacó 28.455 votos de ventaja al Partido por la Libertad (PVV), del ultra Geert Wilders, pero ambos están igualados a 26 escaños— está facultado para ser el primero en tratar de armar una coalición. Jetten la prefiere “por el centro”, y se inclina hacia tres socios: la alianza entre ecologistas y socialdemócratas (GroenLinks-PvdA); el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD, los liberales conservadores del ex primer ministro Mark Rutte); y la democracia cristiana (CDA). Esta combinación suma una mayoría holgada de 86 escaños, 10 por encima de los 76 fijados en un Parlamento de 150. El VVD, sin embargo, rechaza participar en un Ejecutivo con los socialistas y prefiere un pacto claro de centroderecha.
Para Jetten, un hombre abiertamente gay que ha atraído a votantes de derecha e izquierda a base de ampliar la imagen social liberal de D66, esa postura supone el primer escollo a salvar en unas negociaciones que se prevén largas y pueden superar la Navidad.
Todos los líderes de los grupos con representación parlamentaria han sido convocados este martes por el presidente del Congreso, Martin Bosma. En la cita, se ha nombrado a Wouter Koolmees, de D66, como “explorador” para que empiece a tantear qué tipo de coalición cuenta con posibilidades de éxito. Entre 2017 y 2022 fue ministro de Asuntos Sociales y Empleo, y vice primer ministro entre 2019 y 2020, en Gobiernos dirigidos por Rutte, actual secretario general de la OTAN. Koolmees tendrá que emplearse a fondo porque al VVD le sigue pareciendo más fácil que se sumen partidos afines ―como JA21, con nueve diputados― para llegar a acuerdos, por ejemplo, en materia de asilo. El problema es que J21 pretende ocupar un espacio a la derecha, entre el PVV y el propio VVD, algo muy poco atractivo para Jetten. Y además, un Gobierno entre D66, VVD, CDA y JA21, solo tendría 75 escaños, uno por debajo de la mayoría.
Sarah de Lange, politóloga de la universidad neerlandesa de Leiden, señala que el panorama político nacional está muy fragmentado. “El Parlamento que se vislumbra es muy de derechas para los estándares europeos”, asegura. En conversación telefónica, explica que Jetten “ha ganado porque en igualdad de escaños es mayor en número de votos que el PVV, y porque los grandes partidos centrales ya han dicho que no piensan gobernar con Wilders”. Le parece que la situación de D66 es muy difícil, dado que el VVD es necesario para cualquier coalición en mayoría, y será un gran reto para Jetten, “que se ha llevado votantes de centroderecha y centroizquierda con su mensaje optimista y de estabilidad, y no puede complacer a todos”.
¿Qué porción de su identidad política tendrá que ceder para pactar una coalición? “Su ventaja es que en lo social económico, Groen-Links y VVD podrían acercarse a D66”. De Lange cree que será más difícil “negociar en asuntos como el clima, la integración europea o la inmigración, donde tenga que hacer concesiones porque el VVD es más nacionalista en esto”. De todos modos, en cuanto a la inmigración, D66 es progresista para respetar la diversidad cultural que aporta, “pero más restrictivo acerca del número de inmigrantes que se pueden absorber”. “El consenso político en Países Bajos es que hay que reducir el total de inmigrantes que llegan”, apunta la experta.
Gobierno de “centro amplio”
Para Jetten es esencial mantener su preferencia por un Gobierno “de centro amplio”, como lo calificó el pasado viernes, al constatar que D66 pasaba de sus 9 escaños en la anterior legislatura a los 26 actuales. “Los votantes han dejado claro que su mensaje es encontrarse en el centro”, declaró ese día. D66 y los socialistas equilibrarían una coalición con el VVD y CDA, que no son precisamente de izquierda. En ese caso, Jetten podría comandar un Gobierno “que irradie unidad”, como ha declarado que es su deseo.
¿Cómo cree que se manejará Jetten personalmente? “El cambio climático es su tema [fue ministro del ramo entre 2022 y 2024] y, sin embargo, no hizo hincapié en ello durante la campaña electoral”, dice De Lange. El político prefirió presentarse con un mensaje de unidad y estabilidad, “y eso caló en el electorado”. “El Gobierno anterior [comandado por la extrema derecha de Wilders] deja una imagen terrible, con tres de los cuatro partidos que estuvieron en el poder sin experiencia de gobierno, y ministros que no hicieron reformas”. Esta vez, asegura la experta, el deseo del votante era que el nuevo Ejecutivo “cumpla su mandato de cuatro años”. Para Wilders, que tampoco será primer ministro como deseaba, su situación dista de ser mala. “Será el mayor partido de la oposición y puede mantener su narrativa de que una elite política alejada del sentir ciudadano dirige el país”.
Mientras el VVD sigue enrocado en su rechazo, GroenLinks-PvdA acaba de elegir a Jesse Klaver, antigua cabeza visible de los ecologistas, como nuevo presidente del grupo parlamentario. “De ninguna manera estaremos en un Gabinete con ellos”, ha dicho este martes Dilan Yesilgöz, líder del VVD. Klaver sustituye a Frans Timmermans, que fue vicepresidente primero de la Comisión Europea y ha dimitido al haberse quedado el partido con 20 escaños, cuando tenían 25. Aunque Klaver parece encontrarse cómodo tanto en una coalición como en la oposición, llama “juego político anticuado” al bloqueo que mantiene el VVD. Este viernes, la Junta Electoral anunciará el resultado definitivo de las elecciones.
En esta legislatura, habrá 65 diputadas, lo que supone un 43% de los miembros del Congreso. Es un récord histórico, ya que en la Cámara saliente había 56, según el recuento provisional de votos. La Junta Electoral dará la cifra definitiva este viernes. El sufragio pasivo femenino se aprobó en Países Bajos en 1917, y las mujeres pudieron ser elegidas. Tienen derecho a votar desde 1919.
El martes de la próxima semana se despedirán los diputados salientes, y al día siguiente se instalará la nueva Cámara baja. El explorador tendrá que darse prisa para que el nuevo Congreso pueda debatir sus conclusiones, con la propuesta de coalición, lo antes posible. El siguiente paso será designar a un “informador” cuya tarea será estudiar junto con los partidos las posibilidades reales de éxito del modelo de coalición que se haya propuesto.
