Los líderes de la extrema derecha europea han celebrado la victoria en primera vuelta del ultra George Simion en las elecciones presidenciales de Rumania de este domingo. El desenlace de la repetición de los comicios —después de que el Tribunal Constitucional rumano anulase la convocatoria de noviembre por supuesta injerencia rusa e inhabilitase al candidato prorruso Calin Georgescu— ha dado fuelle al discurso nacionalpopulista contra las instituciones y los dirigentes europeos. La francesa Marine Le Pen ha considerado el resultado electoral “un muy bonito bumerán” para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mientras el italiano Matteo Salvini ha aprovechado para criticar lo que ha calificado de “sucias artimañas” de los “señores’ de Bruselas”.
La Comisión Europea ha declinado hacer ningún tipo de comentario sobre unos comicios que “son competencia nacional” y “están todavía en curso”, con la segunda vuelta, entre Simion, que ha obtenido un 41% de los votos y el independiente Nicusor Dan, alcalde de Bucarest, con un 21% de las papeletas, prevista para el 18 de mayo. Un portavoz del Ejecutivo comunitario se ha limitado a subrayar que las elecciones “están en el centro de la democracia europea”.
A los ultras europeos esta votación, celebrada en medio de una gran polémica por la controvertida decisión del Constitucional, les sirve para calentar la narrativa —compartida y alentada también por el entorno cercano del presidente estadounidense, Donald Trump— de que las instituciones de la UE, los tribunales y los gobiernos europeos coartan la democracia y la libertad de expresión. La victoria de Simion —crítico con Bruselas, partidario de Trump y contrario a la ayuda a Ucrania— emerge así, a sus ojos, como un resarcimiento contra la supuesta represión del establishment.
La dirigente del Reagrupamiento Nacional francés, Marine Le Pen, condenada por malversación el pasado 31 de mayo e inhabilitada para presentarse a las elecciones durante cinco años, escribió este lunes a primera hora en X: “Rumania acaba de ofrecer a la Sra. Von der Leyen un bonito bumerán”. En diciembre, la Comisión Europea abrió una investigación a TikTok por sospechas de injerencia extranjera en los comicios rumanos de noviembre a través de la plataforma de vídeos china. “Debemos proteger nuestras democracias de cualquier tipo de injerencia extranjera. Siempre que sospechemos de tales injerencias, especialmente durante las elecciones, debemos actuar con rapidez y firmeza”, afirmó entonces Von der Leyen.
“Escudo democrático”
El Ejecutivo comunitario que preside la política alemana ultima ahora un paquete de medidas concebidas como un “escudo democrático” que pretende blindar las elecciones y otros pilares de la democracia de posibles ataques desde fuera y desde dentro de la Unión. Las fuerzas ultras toman aire con el resultado de Rumania ante lo que consideran arremetidas contra la libertad.
Santiago Abascal ha dado la enhorabuena a Simion también en la red social X. “El pueblo rumano está cada vez más cerca de recuperar su libertad y soberanía frente a la oleada liberticida que asola Europa de la mano de la Comisión Europea de populares y socialistas”. Para el presidente de Vox, con este resultado en Rumania “la libertad de expresión y la democracia se abren paso”.
En la misma línea, el líder de la Liga y vice primer ministro italiano, Matteo Salvini, afirmó tras conocer los sondeos a pie de urna el domingo que el “pueblo” rumano “finalmente votó, libremente, con la cabeza y el corazón”. Desde su punto de vista, este resultado deja a Rumania “en paz con los ‘señores’ de Bruselas y sus sucias artimañas”.
Salvini ha ahondado un día después en la idea de que los ataques a la democracia proceden los tribunales y las instituciones. “Espero que nadie vuelva a atreverse a interferir en la democracia de un país de la UE. Detener unas elecciones con las urnas abiertas y arrestar a un candidato es propio de un régimen, no de Europa”, ha escrito. Además de mencionar a Le Pen, se entiende que por su inhabilitación, el ultra italiano habló en X de Alternativa para Alemania (AfD), que el viernes fue declarada como “extremista” por los servicios de inteligencia del país, lo que abre la puerta a su posible ilegalización.
Los copresidentes del grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, en sus siglas en inglés) en el Parlamento Europeo, Nicola Procaccini (del partido de Giorgia Meloni, Hermanos de Italia) y Patryk Jaki (el ultraconservador polaco Ley y Justicia, PiS), han felicitado también a Simion en un comunicado. Según Jaki, el resultado “ha recordado a toda Europa que el verdadero cambio pasa por estar cerca de la gente, no por someterse a élites distantes”. Ambos se han hecho eco de supuestos “informes creíbles de irregularidades, incluidas las incoherencias en el censo electoral”. “Estas cuestiones deben aclararse plenamente y sin demora”, han añadido.
